Resumen
Las aftas bucales son lesiones dolorosas que aparecen en general en la mucosa bucal como la lengua, el interior de los labios o las mejillas, el paladar o la garganta. A veces se las considera «lesiones limpias” porque las aftas no están causadas por hongos, bacterias ni otros microorganismos. Su tamaño es variable y se pueden distinguir las aftas miliares (pequeñas) de las aftas gigantes.
Las causas no se conocen del todo, se estima sin embargo que el consumo de ciertos alimentos o medicamentos favorecen su desarrollo.
Otras causas o factores desencadenantes son agentes infecciosos, una higiene bucodental incorrecta, una influencia hormonal, un traumatismo o el estrés.
Los síntomas se caracterizan por pequeños cráteres de forma redondeada u ovalada con un fondo de color amarillo bordeado con un ribete rojo.
El tratamiento de las aftas pretende principalmente aliviar el dolor, así que los tratamientos empleados pueden ser geles o pomadas anestésicas, antiinflamatorios como la aspirina en gargarismo, corticoides (el más eficaz) o, todavía de forma más alternativa, el uso de bicarbonato de sodio o ciertas plantas medicinales como el ruibarbo.
Los buenos consejos para tratar o prevenir las aftas consisten en adoptar una excelente higiene bucodental e identificar las causas para evitar que se reproduzcan, por ejemplo dejar de comer ciertos alimentos que contribuyan a la formación de aftas.
El consumo de vitamina C y de vitaminas B (complejo de vitaminas) puede tener un efecto preventivo.
Aftas de los niños y enfermedad de manos, pies y boca
Las aftas en los niños son raras pero cuando aparecen puede ser que se trate de la enfermedad de manos, pies y boca. Se trata de una infección viral benigna que afecta especialmente los niños menores de 10 años y que se cura de manera espontánea al cabo de unos diez días.
Esta enfermedad se caracteriza por lesiones vesiculosas dolorosas (como las aftas) en la boca, a nivel de manos y de pies. A veces aparece fiebre. El tratamiento consiste en paracetamol para bajar la fiebre y el uso de medicamentos locales (gel por ej.) para combatir las lesiones de la boca. Hay que evitar comer platos demasiados calientes, ácidos o picantes.
Definición
El término «afta” viene del griego y significa «quemadura”.
Las aftas son pequeñas lesiones superficiales (como pequeñas ulceraciones) que a menudo tienen un color amarillo o gris blanquecino.
Las aftas se forman la mayor parte del tiempo a nivel de la mucosa bucal y en particular en la cara interna de las mejillas y de los labios, la lengua, las encías, el paladar o la garganta. En este caso se habla de aftas bucales.
En algunos casos aislados, las aftas también pueden aparecer en otros órganos o zonas del cuerpo como la mucosa genital.
Las aftas también pueden aparecer como consecuencia de hiperacidez del cuerpo, traduciéndose en una subida de ácido en el esófago (reflujo gástrico), por ejemplo.
Las aftas son muy desagradables y provocan una sensación de quemazón.
Se distinguen dos tipos de aftas:
– Las aftas miliares (aftas de tamaño igual o inferior a 1 cm de diámetro): suelen ser casos benignos que se curan por automedicación.
– Las aftas gigantes (aftas de 1 a 4 cm). En este caso hay que consultar un médico.
Por regla general, las aftas se curan de manera espontánea en el espacio de una (en general de 5 a 7 días) a dos semanas, excepto las aftas gigantes que requieren unos dos meses para disminuir. Leer también tratamiento aftas
Epidemiología
Se estima que el 10-20% de la población está afectada por aftas.
Las mujeres tienen aftas más a menudo que los hombres.
Los adultos jóvenes (de 16 a 25 años) presentan aftas más a menudo que la población más mayor o más joven. De hecho, es poco frecuente que los niños presenten aftas. Leer también enfermedad de manos, pies y boca
Aproximadamente un 10% de la población padece de recidivas de aftas (estomatitis aftosa recidivante).
Se trata de la enfermedad más frecuente de la mucosa bucal.
Causas
Es difícil precisar las causas exactas de la aparición de aftas, pero se observa que:
– el abuso de alimentos como el queso gruyere, los frutos secos, las nueces y las avellanas, los cacahuetes, las almendras, el chocolate, las especias, ciertos agentes conservadores (E210, E200,…) y el gluten (presente en el trigo) pueden favorecer el desarrollo de aftas. De hecho, las personas celíacas (alérgicas al gluten) sufren de aftas de forma repetitiva. Estos alimentos que provocan las aftas son a menudo ricos en histamina.
La alimentación es la principal causa de aftas.
– Las aftas pueden aparecer como consecuencia de la toma de ciertos medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), los antibióticos, el ácido benzoico (E210), las antivitaminas K, el meprobamato, la quimioterapia en general (medicamentos para tratar el cáncer y la leucemia,…)
– Una higiene bucodental incorrecta
– Una carencia en hierro
– Una carencia en folatos
– Irritación de la cavidad bucal debida por ejemplo a un empaste o a una dentadura postiza.
– Virus (herpes,…)
– Uso de dentífricos a base de laurilsulfato
– En caso de mordedura del interior de la mejilla
– En determinados casos, las aftas preceden otras patologías como la fiebre, el herpes o enfermedades del tubo digestivo.
– También se observa que la aparición de aftas es más propicia en los siguientes casos: paciente en estado de estrés (agotamiento)
– Periodo menstrual
– Pubertad
– Embarazo
– Menopausia
– Diabetes
– Alcoholismo y/o tabaquismo
Síntomas
Las aftas se pueden comparar a pequeños cráteres de forma redondeada u ovalada, con un fondo amarillento y bordeado con un ribete rojo inflamado.
Las formas menores de aftas se manifiestan por pequeñas úlceras de un diámetro de 2 a 5 mm. La cicatrización de estas aftas se produce a los 7-10 días después de su aparición y la mayoría de veces de forma espontánea.
Las aftas gigantes (más de 1 cm de diámetro) requieren más tiempo para cicatrizar, en general de 10 a 40 días.
Si las aftas persisten después de algunas semanas o en caso de afta gigante, hay que consultar un médico.
Las aftas bucales aparecen en las encías, en el interior de los labios y de las mejillas, alrededor de la lengua, el paladar o la garganta.
Foto de un afta bucal en el interior del labio inferior
Las aftas suelen ser muy dolorosas. Este dolor puede aumentar en el momento de la ingesta de alimentos.
En algunos casos graves, se pueden observar otros síntomas como la fiebre.
Las aftas pueden ser un síntoma de enfermedades como el síndrome de Behçet (en este caso se observan lesiones en otros lugares fuera de la boca, como los genitales, el ojo, los pulmones, etc.), la mononucleosis, el herpes o un periodo prolongado de fiebre.
Algunas de estas enfermedades pueden llegar a ser graves como la enfermedad de Biermer, anemia o una leucosis.
Aftas recidivantes o estomatitis aftosa recidivante (EAR)
En caso de EAR, las aftas tienen un carácter recidivante. El intervalo entre las crisis puede variar de algunas semanas a algunos meses. En algunos casos el intervalo se puede reducir con el tiempo.
Tratamientos
Es importante destacar que en los casos benignos la curación es prácticamente siempre espontánea (sin tratamiento): de 5 a 7 días.
Algún caso de aftas gigantes (de 1 a 4 cm) puede llegar a persistir hasta 2 meses; imprescindible consultar un médico.
Es verdad que en general el tratamiento para aftas es muy decepcionante: muchas universidades en el mundo entero intentan conocer mejor esta patología (causas, etc.) para desarrollar tratamientos más eficaces.
Tratamiento para casos benignos (automedicación)
– El primer gesto para aliviar el dolor en caso de aftas es mejorar la higiene bucodental con dentífricos adaptados y/o colutorios antisépticos.
– También es posible atenuar el dolor con medicamentos específicos que contengan anestésicos (lidocaína) o antiinflamatorios (ácido acetilsalicílico,…) locales, medicamentos a base de paracetamol para tratar el dolor o incluso antibacterianos.
Estos medicamentos existen en forma de gel, de «spray” bucal, en solución bucal o en forma de comprimidos para chupar.
– También se pueden emplear apósitos, tratamiento indicado especialmente para aftas menores (con 1 o 2 aftas de diámetro inferior a 1 cm). Este remedio forma una película protectora fina y suave a nivel de la mucosa bucal. Permite aliviar el dolor y favorece la cicatrización.
Observaciones
Como buen complemento al tratamiento, se puede gargarizar un poco de agua salada de 2 a 3 veces al día. De hecho, como las aftas de la boca son debidas a una hiperacidez, la sal permite neutralizar esta acidez.
Tratamiento médico de las aftas
Las aftas recidivantes (estomatitis aftosa recidivante) y las aftas gigantes deben ser objeto de una terapia prescrita por el médico.
– Según algunos especialistas, los tratamientos más eficaces contra las aftas son a base de corticosteroides tópicos (en forma de colutorio, comprimidos para chupar, etc.). Estos tratamientos inhiben la respuesta inmunitaria del organismo.
– En determinados casos, el médico puede utilizar un tratamiento láser de baja energía para disminuir el dolor y favorecer la cicatrización.
– En casos más graves, especialmente en casos de aftas gigantes (más de 1 cm de diámetro) o en los casos de resistencia a los tratamientos a base de corticosteroides tópicos, el médico puede utilizar tratamientos sistémicos como corticoides (vía oral), colchicina, azatioprina, talidomida (estrictamente contraindicado durante el embarazo; bajo estricta prescripción médica) e incluso antibióticos.
Plantas medicinales
A continuación se citan algunas plantas medicinales que pueden ayudar a tratar las aftas (fitoterapia y aftas):
– La malva (en infusión o en solución para gargarismo)
– La mirra (en forma de tintura)
– El té negro (aplicar en bolsita húmeda en las aftas)
– El hamamelis (en infusión)
– El ruibarbo (en solución para aplicar en las aftas)
– El aloe vera (en colutorio)
– La salvia (en infusión, colutorio o en solución para gargarismo)
– El regaliz (en pastilla para chupar)
Aceites esenciales
Los aceites esenciales eficaces contra las aftas son el aceite esencial de tea tree (árbol del té) y el aceite esencial de rosa que se emplea en colutorio.
Para el aceite esencial de tea tree, basta con diluir de 3 a 4 gotas en un poco de agua. Para el aceite esencial de rosa, 1 gota en un vaso de agua.
Remedios caseros
Los gargarismos a base de una solución de aspirina (ácido acetilsalicílico) y de vitamina C en un vaso de agua (3dl) tienen un efecto preventivo y curativo contra las aftas.
Posología: gargarizar algunos minutos varias veces al día desde la aparición de las primeras molestias características de las aftas.
Observación: una ligera absorción puede ocurrir en la boca (por ejemplo, de aspirina) y hay que tenerlo en cuenta en el momento del gargarismo. Leer el prospecto y consultar con su farmacéutico en caso de sensibilidad a la aspirina e informar en caso de toma de otros medicamentos.
Otros remedios caseros:
– Bicarbonato de sodio
– Tintura de mirra
– Tintura de tomillo
Buenos consejos
– Evitar el consumo de alimentos (especias, alimentos picantes, quesos, chocolate, almendras, nueces….) susceptibles de favorecer la aparición de aftas.
– Respetar medidas de higiene bucodental estrictas (cepillo de dientes, hilo dental, solución fluorada). Además, emplear con preferencia dentífricos sin laurilsulfato de sodio.
– Para disminuir el dolor, se puede aplicar colutorio desinfectante (u otros medicamentos para tratar las aftas) en forma de toques en las aftas.
– Se aconseja acudir al médico en casos de aparición demasiado frecuente de aftas, cuando sobrepasan 1 cm de diámetro (gigante), cuando sangran o cuando el dolor es demasiado intenso.
– Ingerir alimentos o complementos ricos en vitamina C y/o vitaminas B. Estas vitaminas tienen un efecto favorable para tratar y prevenir las aftas.
– Tal y como se menciona en la definición de las aftas, las aftas son pequeñas úlceras a nivel de la boca y pueden aparecer como consecuencia de hiperacidez del organismo (y se manifiesta por ejemplo en forma de reflujo gástrico). Por eso es importante un buen equilibrio ácido-base mediante la alimentación: la carne roja, los dulces, el melón, nueces, etc. favorecen la aparición de aftas; las ensaladas neutralizan la hiperacidez.
– Aplicar un cubito de hielo sobre las aftas ya que puede ayudar a calmar el dolor.