Artritis de 25 Oct
Los dolores de cabeza y la artritis son problemas comunes y, por lo tanto, crean un interés considerable en el posible papel de la artritis en la causa de los dolores de cabeza. Existen varias formas importantes de artritis. Dos de los tipos más comunes son la artritis reumatoide y la osteoartritis.
la artritis Reumatoide puede comenzar a cualquier edad. Es una condición en la que el cuerpo interpreta erróneamente sus propios tejidos como extraños y los ataca, lo que lleva a la destrucción de las áreas óseas alrededor de las articulaciones. Esta afección puede afectar a cualquiera de las articulaciones del cuerpo y, por lo general, produce una deformidad de la articulación. Las manos y los dedos ya no aparecen rectos, pero a menudo aparecen en ángulo hacia un lado. En algunos casos, la columna vertebral puede estar comprometida, con frecuencia la columna cervical (las vértebras del cuello). Las áreas del cuello más comúnmente afectadas por la artritis reumatoide son la primera y la segunda vértebra cervical.
La forma más común de artritis es la osteoartritis. Es una forma de artritis de desgaste y desgarro y, por lo general, no produce deformidad de las articulaciones ni destrucción de los tejidos óseos. Más bien, los ligamentos se debilitan y pueden calcificarse debido al intento del cuerpo de curar el daño. Las articulaciones más grandes del cuerpo y aquellas articulaciones que soportan más estrés y esfuerzo son las más afectadas. En la región del cuello, la osteoartritis generalmente involucra la quinta, sexta y séptima vértebra, ya que los efectos de la postura producen la mayor fatiga en ellas.
Durante el examen de artritis, se realizará una prueba que evalúe la inflamación y la velocidad de sedimentación. En la artritis reumatoide, este examen generalmente será elevado. Otras pruebas para la inflamación también pueden ser elevadas. En pacientes con osteoartritis, las radiografías de las articulaciones del cuello o la mandíbula mostrarán cambios de «labio» de las vértebras (causados por depósitos de calcio en los ligamentos), estrechamiento del espacio entre las vértebras o formación de espolones (a partir de depósitos de calcio). Si es grave, puede causar obstrucción de los orificios por donde los nervios pasan de la columna vertebral al cuerpo. En la artritis reumatoide, la dislocación de las vértebras puede ocurrir en la parte superior del cuello. La tomografía computarizada y la resonancia magnética en pacientes con osteoartritis pueden mostrar protuberancias de los discos que amortiguan las vértebras. En los casos más graves, se puede producir una hernia discal.
Los dolores de cabeza, que se sienten como un dolor en el cuello, pueden ser causados por artritis si la primera, segunda o tercera vértebra están involucradas. Esta afección se debe a los nervios que irrigan el cuero cabelludo y que solo se originan en esta zona de la columna vertebral. El dolor de cuello en sí, ya sea solo o junto con dolores de cabeza, puede afectar cualquier parte del cuello. Si la mandíbula está comprometida, los síntomas son similares a los del Síndrome de la Articulación Temporomandibular (ATM).
La gravedad progresiva de la artritis reumatoide puede ser retardada por una variedad de medicamentos recetados muy potentes. En la osteoartritis, su progresión no suele verse obstaculizada por la medicación. El ajuste del estilo de vida, el ejercicio, el descanso y la pérdida de peso pueden ser útiles para retrasar el avance del trastorno. Los medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), son útiles para reducir el dolor y mejorar la reducción del movimiento que se produce en las articulaciones afectadas por la artritis. Según algunos estudios, el uso de paracetamol parece ser tan eficaz para controlar el dolor de la artritis como los AINE. Las modalidades físicas, como el calor, el masaje y el ejercicio, también pueden ser útiles para la artritis. Sin embargo, la terapia física debe ser prescrita por un médico, al igual que la mayoría de los medicamentos para la artritis.