En los seres humanos, la pigmentación del iris varía de marrón claro a negro y, dependiendo de cómo se dispersa la luz en el estroma del iris a través del efecto Tyndall, el iris puede aparecer azul, verde o avellana. Aunque la genética del color de los ojos es extremadamente compleja, en el futuro puede ser posible alterar permanentemente el color natural del iris de una persona en menos de un minuto con un tratamiento láser no invasivo diseñado para eliminar el pigmento a través de la vasculatura.
UNA NECESIDAD INSATISFECHA
En el mercado de la estética, las tendencias de belleza a menudo comienzan como soluciones temporales y avanzan a soluciones permanentes. Dos ejemplos principales son los peluquines y los sujetadores push-up, soluciones temporales que fueron seguidas por las soluciones quirúrgicas permanentes de trasplantes de cabello e implantes mamarios, respectivamente. En mi opinión, el cambio permanente del color de los ojos podría ser otra tendencia popular en la estética.
Hoy en día, más de 26 millones de personas en todo el mundo usan lentes de contacto de colores, y otros 75 millones han experimentado con usarlos. De aquellos que alguna vez han usado lentes de contacto de colores, aproximadamente el 85 por ciento buscó una transición de un color de ojos oscuro a uno claro.
Desafortunadamente, los contactos de color tienen inconvenientes. Requieren cuidado diario, a menudo se ven antinaturales y pueden causar irritación ocular y síntomas de ojo seco. Los implantes de iris brindan la oportunidad a los pacientes de cambiar permanentemente el color de sus ojos; sin embargo, complicaciones significativas con los implantes han llevado a la explantación en muchos casos.
La experiencia reciente con un novedoso tratamiento láser desarrollado y patentado por Strōma Medical ha sido prometedora. La compañía tiene múltiples patentes en muchos países y tiene varias patentes clave pendientes. Este procedimiento quirúrgico no invasivo combina el mapeo ocular, el seguimiento ocular y un láser Nd:YAG con doble frecuencia para capturar, rastrear y cambiar el color del iris de manera segura y efectiva.
CÓMO FUNCIONA
El color de los ojos está determinado por el pigmento en el iris anterior. El color del iris, y de hecho cualquier color, comprende tres elementos: tono, saturación y valor. El tono es la combinación de colores primarios (en este caso, el verde o azul subyacente en el ojo), la saturación es la distancia del color del blanco en un espectro, y el valor es el brillo o la reflectancia de la luz.
Una de las características únicas del procedimiento Strōma es que puede producir una variedad de apariencias de color, que van desde el avellano al azul oscuro, al eliminar diferentes cantidades de pigmento iris (Figura 1). El tono se puede predecir y controlar la saturación y el valor postoperatorio utilizando una tecnología separada desarrollada por Strōma.
Figura 1. Opciones de color de ojos disponibles para los pacientes que se someten al tratamiento Strōma. Abreviatura: IPE, epitelio pigmentario del iris
Imágenes cortesía de Strōma Medical
Durante el procedimiento, se utiliza un láser Nd:YAG de doble frecuencia (longitud de onda de 532 nm) para elevar y bajar la temperatura del pigmento del iris anterior un total de 15 veces durante un período de 30 segundos. El proceso de fototermólisis iniciado por el tratamiento con láser estimula el pigmento del iris anterior, y las respuestas de citoquinas y macrófagos al tratamiento dan como resultado la eliminación del pigmento a través de la vasculatura, revelando las fibras estromales grises subyacentes del iris (Figura 2). Dependiendo de la cantidad de pigmento eliminado, cuando la luz brilla en las fibras estromales, se refleja un tono de azul, verde o avellano, dando al ojo su apariencia azul, verde o avellana. El paciente sale de la suite de láser con las iridas del mismo color, ya que el tratamiento puede tardar hasta tres semanas en hacer efecto.
Figura 2. Un ojo azul natural que representa la apariencia de las fibras estromales grises (fila superior). Resultados comparativos de la eliminación de pigmentos con el sistema Láser Strōma (fila inferior).
Imágenes cortesía de Strōma Medical
Desde un punto de vista de seguridad, es importante tener en cuenta que el pigmento es transportado por el sistema vascular; no se libera en la cámara anterior, donde podría obstruir la malla trabecular.
RESULTADOS INICIALES
Se completaron pruebas significativas de laboratorio y en animales antes del primer ensayo en humanos de esta tecnología. Hasta la fecha, 10 años de datos con animales y seis años de datos con seres humanos han demostrado la seguridad y la eficacia del procedimiento Strōma.
En los ensayos en humanos, el proceso clínico implicaba tratar segmentos superiores (de 3 a 4 horas de reloj) al principio, y luego irides completos, así como alterar la energía aplicada al iris para minimizar los eventos adversos y ayudar a definir parámetros clave de éxito. A medida que se introducía mayor energía en el ojo, se liberaba más pigmento del iris a través de la vasculatura.
Durante la primera evaluación en humanos del procedimiento, realizada en noviembre de 2018 en dos sitios de América Central, 14 pacientes en Costa Rica y 20 pacientes en Panamá recibieron tratamiento en solo una porción en forma de pastel del iris equivalente a 3 o 4 horas de reloj (Figura 3). En marzo se completó un ensayo completo de iris, en el que 30 pacientes recibieron tratamiento de todo el iris. Los resultados iniciales de ambos ensayos internacionales son prometedores y se informarán una vez que se haya completado el seguimiento a más largo plazo.
Figura 3. El mismo ojo preoperatorio y 1 mes después del tratamiento sectorial del iris con el láser Strōma.
Lo que se puede compartir en este momento es el excelente perfil de seguridad demostrado en los 64 pacientes que han sido tratados hasta ahora. Cada paciente se sometió a pruebas rigurosas, que incluyeron un examen ocular externo; evaluación del ojo seco; pruebas de agudeza visual, visión del color y sensibilidad al contraste; evaluación de la salud de la retina, incluida la evaluación de la degeneración macular relacionada con la edad; pruebas de glaucoma, que incluyen PIO, ángulo iridocorneal y pigmentación de malla trabecular; imágenes de OCT; evaluación de defectos de atrofia y transiluminación; evaluación de la salud pupilar, que incluye tamaño, forma y reactividad; y mediciones de pérdida y daño endotelial, salud del cristalino, células de la cámara anterior y llamaradas, y eficacia del tratamiento, que incluye saturación y tonalidad.
Los investigadores han observado que, además de producir un cambio en el color del iris, el tratamiento Strōma puede disminuir la PIO en los ojos tratados en una cantidad estadísticamente significativa.
CONCLUSIÓN
Se planean ensayos clínicos de esta tecnología en Estados Unidos. Mientras tanto, hay pruebas sólidas de estudios en animales e internacionales en humanos que sugieren que el tratamiento con Strōma puede cambiar de forma segura, efectiva y permanente el color del iris. La compañía tiene una buena cobertura multinacional de propiedad intelectual y una vía regulatoria y clínica clara fuera de los Estados Unidos. En los próximos años, espero implementar esta tecnología en mi práctica, ya que creo que el procedimiento Strōma significa una excelente oportunidad para expandir el mercado de la cirugía oftálmica.
Reimpreso con permiso de CRST.