Comprenda los efectos de la radiación nuclear en el cuerpo humano, como daños en los pulmones, las glándulas tiroideas e incluso quemaduras graves

NARRADOR: Este es el Centro Helmholz en Múnich. Este centro de investigación tiene una cámara de nubes Wilson donde se puede ver radiactividad.CIENTÍFICO: «En la cámara en sí tenemos una mezcla de vapor de alcohol y aire y cuando la radiación pasa por esta cámara podemos ver estas pequeñas gotas de alcohol y agua que crean las huellas de niebla que podemos ver aquí.»
NARRADOR: La radiación alfa se muestra como una estructura en forma de gusano. Los hilos de tela de araña en el medio muestran radiación beta. El cuerpo humano no tiene forma de detectar la radiactividad, por lo que ni siquiera notamos cuando hemos estado expuestos a la radiactividad.MICHAEL ATKINSON: «Puedes estar expuesto a una dosis mortal sin darte cuenta. Los vasos sanguíneos de nuestro cuerpo se contraen, de modo que la sangre ya no puede fluir a través del torrente sanguíneo correctamente y puede comenzar a filtrarse fuera del cuerpo, causando síntomas graves.»
NARRADOR: Esta es la razón por la que las personas que trabajan en plantas nucleares, como aquí en la planta japonesa destruida de Fukushima, dependen completamente de sus detectores de exposición a la radiación. El daño agudo se puede causar cuando la exposición alcanza los 200 milisieverts o más, pero las dosis más bajas pueden causar efectos tardíos.ATKINSON: «Hay pruebas claras de estudios epidemiológicos que muestran que tales dosis pueden causar daños a largo plazo. Sin embargo, no todas las personas expuestas a 200 milisieverts desarrollan una enfermedad.»
NARRADOR: Las partículas de polvo en el aire absorben la radiación nuclear y esto causa estrés a nuestros pulmones y glándulas tiroideas. Incluso si suena extraño, el agua contaminada con radiación puede causar quemaduras graves. La radiación alfa es menos dañina y los rayos pueden bloquearse parcialmente con una hoja de papel. Se necesitaría una lámina de metal para bloquear los rayos beta. Necesita capas gruesas de material denso, como el plomo, para protegerse de la radiación gamma. Una fusión nuclear provoca una exposición aguda a la radiación que se multiplica por el hecho de que los alimentos permanecen contaminados durante años después. El límite de exposición de 200 milisieverts insinúa un nivel de seguridad que nadie puede garantizar.