- Publicado en: 14 de febrero de 2019
- Por: American Society for Mohs Surgery
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Mohs es la técnica más refinada que se desarrolla para pacientes con cáncer de piel. Debido a su alta tasa de éxito y su naturaleza mínimamente invasiva, Mohs se ha convertido en uno de los principales métodos para eliminar los carcinomas basales y de células escamosas e incluso algunos melanomas. Esta cirugía micrográfica es ideal para cánceres de piel localizados en partes muy visibles del cuerpo, como la cara y las manos.
La premisa de la técnica de Mohs es que este proceso quirúrgico mapea y elimina capas leves de tejido una a la vez. El examen microscópico se realiza de inmediato y se extraen las capas posteriores de tejido según sea necesario para garantizar la eliminación completa de las células cancerosas del área. Por muy meticulosa que sea la cirugía de Mohs, el hecho es que la escisión de la lesión deja una herida. Cualquier herida, ya sea quirúrgica o traumática, presenta un riesgo de infección y cicatrización. Por lo tanto, la atención al paciente no termina con la finalización de este procedimiento; continúa en el área de cicatrización de heridas.
Atención inmediata de la herida después de Mohs
Los pacientes que se someten a Mohs deben recibir instrucciones claras que les indiquen cómo cuidar su herida quirúrgica. Inicialmente, la herida debe vendarse con una ligera compresión para promover una coagulación adecuada. El riesgo de infección se reduce al indicar al paciente que mantenga la herida seca durante al menos 24 horas después del procedimiento. Por lo general, los pacientes pueden bañarse al día siguiente de Mohs, teniendo cuidado de secarse la herida después de la ducha.
El riesgo de sangrado se asocia típicamente con una actividad extenuante que hace que la frecuencia cardíaca aumente. Por lo general, se recomienda a los pacientes que eviten realizar demasiada actividad física durante unos días. No levantar objetos pesados ni realizar actividades aeróbicas como trotar. Por lo general, se permite caminar siempre que la frecuencia cardíaca no aumente mucho.
Vigilar los signos de Infección
La infección es una de las preocupaciones más importantes inmediatamente después de la extirpación del cáncer de piel. Se debe indicar a los pacientes que estén atentos a indicaciones como:
- Expansión del enrojecimiento alrededor de la herida quirúrgica. Las manchas o hilos rojos sugieren que la infección se puede estar propagando.
- Se puede notar un drenaje claro de la herida quirúrgica, pero el drenaje turbio o de color es preocupante y debe evaluarse.
- Ganglios linfáticos agrandados cerca del área de la cirugía.
- Empeoramiento del dolor.
La cicatrización es una preocupación secundaria que se puede tratar con remedios convencionales. A medida que la herida de Mohs se cura, los pacientes deben evitar la exposición al sol tanto como sea posible. Se puede aplicar un apósito de silicona según las indicaciones para mantener húmedo el tejido cicatrizante. Los cirujanos de Mohs a veces llevan productos que saben que son de buena calidad, eliminando las conjeturas del cuidado de las heridas de sus pacientes.
La Sociedad Americana de Cirugía de Mohs está comprometida con la educación y el apoyo continuos para los médicos interesados en esta técnica quirúrgica para el cáncer de piel. Para obtener más información sobre nuestros cursos y membresía, llame al (800) 616-2767.Publicado en: Cirugía de MOHS