La historia clínica del paciente y el examen físico suelen ser el primer paso para diagnosticar los nervios pellizcados. Los tipos de síntomas, la duración de los síntomas, los factores que mejoran/exacerban los síntomas, los tratamientos que ya se han probado y los problemas médicos/cirugías relevantes anteriores se recopilan durante la historia. El médico completa un examen físico para verificar si hay síntomas específicos inspeccionando la espalda, evaluando la marcha y probando la fuerza motora, los reflejos y el rango de movimiento de las extremidades superiores e inferiores.
Tanto la historia clínica como el examen físico contribuyen al diagnóstico de un nervio pinzado, pero las imágenes son necesarias para finalizar el diagnóstico. Por lo general, las radiografías se obtienen primero para observar la alineación general de la columna vertebral y verificar si hay anomalías en la columna vertebral, como escoliosis (curva en la columna vertebral), que pueden afectar las opciones de tratamiento viables. Estos resultados en 2D se complementan con pruebas de diagnóstico por imágenes avanzadas, como IRM o tomografías computarizadas, porque muestran una vista en 3D de la columna vertebral. Las exploraciones por resonancia magnética que muestran tejidos blandos, como nervios y discos, son generalmente preferidas a las exploraciones por tomografía computarizada que muestran elementos óseos. Las imágenes avanzadas pueden mostrar exactamente qué nervio o nervios se están pellizcando y qué está causando que se pellizque el nervio. Juntos, la historia clínica, el examen físico y las imágenes son necesarios para hacer un diagnóstico correcto y diseñar un plan de tratamiento óptimo para un nervio comprimido.
Los dermatomas son áreas de la piel y la musculatura a las que un solo nervio suministra funciones motoras y sensoriales. Según la ubicación y el tipo de síntoma (p. ej. dolor intenso o punzante, entumecimiento, hormigueo o pérdida de fuerza muscular) el conocimiento de los dermatomas puede ayudar a identificar qué nervio espinal puede verse afectado por un nervio pellizcado. Sin embargo, cada persona es anatómicamente única, por lo que se usa más como guía que como técnica de diagnóstico definida.
Nervio pinzado cervical (Cuello)
Los resultados del examen físico que implican un nervio pinzado cervical incluyen una disminución del rango de movimiento en el cuello con dificultad para mover la barbilla hacia el pecho, inclinar la cabeza hacia atrás o girar a la izquierda y a la derecha como si revisara un punto ciego mientras conduce. La prueba de fuerza motora se realizaría tanto en las extremidades superiores como en las inferiores porque la debilidad en ciertos grupos musculares podría implicar un nervio pellizcado a nivel cervical donde el nervio relevante se ramifica fuera de la médula espinal. Por ejemplo, la debilidad en el músculo deltoides al levantar los brazos de los costados podría indicar un pellizco en el nivel C4-5. Los aumentos o disminuciones en los reflejos musculares del bíceps, braquiorradialis o tríceps se usan comúnmente para detectar el nervio pinzado espinal y pueden identificar potencialmente el nivel espinal afectado porque están conectados a las raíces nerviosas C5, C6 y C7, respectivamente. Otras pruebas incluyen verificar si hay cambios en la sensibilidad y caminar del talón a los pies para evaluar el equilibrio.
Nervio pinzado torácico (Parte media de la espalda)
Los exámenes físicos para detectar un nervio pinzado torácico serán mucho menos complicados que los que buscan nervios pinzados cervicales y lumbares. Por lo general, el examen comienza examinando la espalda para detectar una curva anormal, músculos desiguales o cambios en la piel, como moretones. Después de la inspección, el médico realizará palpaciones sobre los músculos y el centro de la espalda. Se probaría la resistencia del motor de las patas para garantizar que ambas estén a plena potencia y funcionen normalmente. Por último, el médico puede comprobar si hay cambios en la sensibilidad de un lado del cuerpo al otro.
Nervio pellizcado lumbar (Parte inferior de la Espalda)
Las anomalías en el examen físico de la columna lumbar tienden a ocurrir exclusivamente en la parte inferior del cuerpo. Al igual que con la evaluación de la columna cervical y torácica, es importante comenzar observando la espalda en busca de cambios en la piel, disminuciones en el tamaño muscular o irregularidades de un lado a otro de la espalda. El siguiente paso sería la palpación de los músculos y el centro de la espalda. El rango de movimiento de la columna lumbar se prueba con flexión, como tocar los dedos de los pies, y extensión, inclinándose hacia atrás en la cintura para buscar disminución del movimiento debido al dolor. La prueba de fuerza motora se realizaría en las extremidades inferiores porque la debilidad en ciertos grupos musculares podría implicar un nervio pellizcado a nivel lumbar donde se ramifican los nervios relevantes de la médula espinal. Por ejemplo, un nervio pellizcado en los niveles L3-4 o L4-5 puede causar debilidad con la extensión de la rodilla o el enderezamiento de la pierna. Los cambios en la sensibilidad también se pueden evaluar en toda la pierna para verificar si hay áreas con disminución de la sensibilidad en toda la pierna o en relación con la pierna opuesta. Los aumentos o disminuciones en los reflejos rotulianos y de Aquiles se usan comúnmente para detectar el nervio pinzado espinal y pueden identificar potencialmente el nivel espinal afectado porque están conectados a las raíces nerviosas L3/L4 y S1, respectivamente. Otros resultados del examen que implican que los nervios se pellizcan en la región lumbar son patrones anormales de marcha, incluida la incapacidad para caminar sobre los talones y los dedos de los pies.