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El Confidencial

La dieta militar es una dieta muy restrictiva que promete hacerte bajar hasta cuatro kilos de peso en el tiempo que dura. Lo hace gracias a una baja ingesta de calorías y a una estricta alimentación, de ahí el nombre que recibe.

Porque que nadie se equivoque, esta dieta no está avalada por ningún ejército ni es la que siguen los militares. La parte buena es que no tendrás que acompañarla de un uniforme color caqui, ni dormir en un catre, ni raparte la cabeza como la teniente O’Neil.

El éxito de esta dieta se basa principalmente en la reducción de calorías que consumimos, unas 1.100 durante los tres días que dure la dieta más estricta, que se amplían a 1.500 en los cuatro días posteriores.

Y es que esa es otra de sus claves, es muy estricta, pero solo durante 3 días, por lo que los resultados obtenidos podrás notarlos casi de inmediato.

Un menú muy estricto

Los tres primeros días de dieta hay que seguir unas pautas muy estrictas. Cada día se realizan tres comidas y no permite picar nada entre horas, eso sí, se recomienda consumir abundante agua.

Comienza con un desayuno formado por una tostada de pan con mantequilla de cacahuete, medio pomelo y café o té. Durante la comida, otra rebanada de pan con atún y puedes tomar más café. Para la cena, un filete de carne, judías verdes, medio plátano, una manzana entera y una bola de helado de vainilla.

La dieta militar requiere una alimentación muy concreta. (Christopher Campbell para Unsplash)

El segundo día comienza con una tostada, un huevo duro y medio plátano. Para comer, 5 galletas saladas, un huevo duro y una taza de queso fresco. La cena estará compuesta por salchichas, zanahoria, brócoli, medio plátano y helado de vainilla.

El desayuno del tercer día serán 5 galletas saladas, una rodaja de queso cheddar y una manzana pequeña. Para comer, una rebanada de pan y un huevo duro, y en la cena, atún, medio plátano y helado de vainilla.

Y qué dice la ciencia

Esta combinación de alimentos se supone que está diseñada para acelerar el metabolismo y ayudarnos así a bajar de peso, pero lo cierto es que esto no está avalado científicamente.

Se trata de una dieta que permite una bajada de peso, pero lo que se pierde sobre todo es líquido, por lo que una vez que comencemos a comer de forma habitual, corremos el riesgo de recuperar todo lo perdido e incluso multiplicarlo.

Al ser una dieta tan restrictiva, seguirla durante mucho tiempo puede tener riesgos para nuestra salud, de hecho durante los tres días más estrictos puedes sentir fatiga, náuseas y notar que estás más irritable y cansada que de costumbre.

Para evitar problemas y no poner tu salud en riesgo, siempre debes consultar con un médico o nutricionista antes de comenzar cualquier tipo de dieta. Serán ellos quienes te recomienden qué es lo mejor para ti.

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