Estimado Doctor: Mi esposo ha tenido muy mal aliento durante varios meses, y últimamente dice que tiene un sabor metálico en la boca. ¿Puede decirnos cuál podría ser la causa?
Querido lector: El mal aliento es una ocurrencia bastante común, al igual que un sabor metálico en la boca. La causa de estos es generalmente algo benigno, como un lapso en la higiene bucal. Sin embargo, cada una de ellas puede ser un signo de una afección más grave, por lo que vale la pena averiguar qué está pasando.
Empecemos con el mal aliento, o halitosis. Una causa frecuente es la presencia de bacterias que viven en la superficie de la lengua, debajo de la línea de las encías y en la garganta. Estos organismos diminutos, que se alimentan de las partículas de comida que quedan cuando comemos, emiten una serie de gases apestosos como subproducto de su digestión. Dos compuestos en particular contribuyen al aliento maloliente. Son sulfuro de hidrógeno, que huele a huevos podridos, y metil mercaptano, que huele a repollo podrido.
Algunos alimentos que comemos, como la cebolla y el ajo, también pueden contribuir al mal aliento. Otras causas comunes de aliento desagradable incluyen la mala higiene dental que mencionamos anteriormente; una infección en la boca, los dientes o las encías; el uso de productos de tabaco; o interacciones con ciertos medicamentos o multivitaminas. La saliva desempeña un papel importante para mantener limpia la cavidad oral, y una afección conocida como boca seca o xerostomía puede provocar mal aliento. El reflujo ácido crónico, a veces conocido como enfermedad por reflujo gastroesofágico, o ERGE, también se asocia con olores desagradables en la boca.
Cuando se trata de las razones de un sabor metálico en la boca, hay un poco de cruce con halitosis. Los malos hábitos de cepillado, ciertos alimentos y una infección oral pueden desempeñar un papel. También lo pueden hacer el embarazo, los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, y la exposición ambiental. Algunos medicamentos pueden causar un sabor metálico, al igual que las multivitaminas que contienen zinc o cobre. Las personas que siguen dietas bajas en carbohidratos a menudo informan que desarrollan un sabor metálico persistente, un efecto secundario de que sus cuerpos están en cetosis.
Sin embargo, la queja también está asociada con varias afecciones más graves. La percepción de sabores inusuales puede ocurrir en ciertos cánceres cuando el crecimiento tumoral afecta las complejas vías celulares involucradas en el gusto y el olfato. También pueden ocurrir en la diabetes, como resultado de alteraciones en el metabolismo de la glucosa. Las enfermedades renales, hepáticas y algunos trastornos metabólicos, que se caracterizan por la acumulación de productos de desecho, pueden causar mal aliento y cambios en el gusto. Las anomalías del gusto también se observan a menudo en personas con demencia, debido a cambios relacionados con la enfermedad en el cerebro.
Dado que tanto el mal aliento como el sabor metálico son cambios algo recientes, creemos que sería una buena idea que su esposo viera a su dentista. Un chequeo completo revelará cualquier caries dental, enfermedad de las encías o infección. Si no aparece nada y sigues preocupado, considera visitar a tu médico de atención primaria, que puede ayudarte a identificar cualquier problema médico subyacente que requiera atención.
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