El indicador de temperatura de un automóvil rara vez falla con la edad. Por lo tanto, un medidor fluctuante es motivo de preocupación, ya que apunta a posibles fallas en otros lugares.
Una causa común es un termostato defectuoso, un componente que es barato y fácil de reemplazar.
Otras causas de un medidor de temperatura fluctuante son un ventilador del radiador defectuoso, un nivel de refrigerante insuficiente y una junta de culata con fugas.
Un ventilador de radiador defectuoso será errático. Una velocidad errática del ventilador es visible y audible, y una señal de que el motor eléctrico se está acercando al final de su vida útil y debe reemplazarse.
En casi todos los automóviles construidos después de la década de 1980, el sistema de refrigeración es de tipo circuito cerrado con un tanque de expansión que tiene una marca de nivel de refrigerante claramente visible.
Es importante verificar visualmente este nivel periódicamente porque cualquier caída es un signo seguro de una fuga en algún lugar del sistema. Incluso la fuga más pequeña debe rectificarse sin demora.
Si un motor se sobrecalienta, su junta de culata será lo primero que se dañe. Cuando esto sucede, el refrigerante se filtrará en los pasillos de aceite, contaminando el aceite del motor.
La mezcla resultante ya no es capaz de lubricar las partes críticas del motor y los daños pueden ser permanentes.
Por lo general, una prueba de presión simple que la mayoría de los talleres pueden realizar podría identificar una fuga del sistema.
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