A veces puede tomar tiempo antes de que una nueva madre y su bebé aprendan qué hacer. A veces hay complicaciones físicas, ya sea con la madre o el bebé, que dificultan o imposibilitan la lactancia materna. De cualquier manera, algunas mamás nuevas simplemente no pueden amamantar a sus bebés. Otros optan por no hacerlo, por una serie de razones.
Algunas madres nuevas persisten en tratar de amamantar, pero no pueden continuar. Otros tienen dificultades largas y prolongadas. Cualquiera de estas experiencias puede afectar negativamente el bienestar emocional y mental de una madre recién nacida.
Si la capacidad de amamantar impacta en la salud mental de una nueva madre depende de una serie de factores, entre ellos, cuáles eran sus expectativas de amamantar antes de convertirse en madre. Algunas mamás nuevas que no pueden amamantar a sus bebés lo aceptan y siguen adelante. Para otros, puede ser enormemente angustiante y puede contribuir a la ansiedad o depresión posnatal.
Lactancia materna y ansiedad o depresión posnatal
Para una nueva madre que desarrolla ansiedad o depresión posnatal, la relación entre su enfermedad y su capacidad para amamantar puede ser complicada. Por ejemplo, si tiene dificultades para amamantar a su bebé, este podría ser uno de los factores que contribuyen a su enfermedad. Por otro lado, una mujer puede encontrar que la lactancia materna es estresante y potencialmente contribuye a la ansiedad o depresión posnatal si siente que:
- Es demasiado exigente física o emocionalmente
- Lleva demasiado tiempo o desperdicia tiempo (agregando otra capa de estrés)
- Causa estrés, incomodidad o dolor a sí misma o al bebé
- Provoca sentimientos de fracaso o insuficiencia
- Desencadena ansiedad sobre el hecho de que el bebé depende de ella.
La lactancia materna también puede ser una experiencia positiva para una nueva madre con ansiedad o depresión postnatal. Esto puede ser cierto si siente que amamantar:
- Es algo que disfruta o al menos siente que puede tener éxito
- Ayuda a cuidar a su bebé
- Ayuda a sentirse conectada con su bebé.
Sin embargo, algunas mamás nuevas consideran que la lactancia materna es una experiencia menos positiva o incluso totalmente negativa y optan por dejar de amamantar (dejar de amamantar a veces se denomina «destete»).
«yo realmente quería amamantar a mi bebé, pero cuanto más trataba más ansioso me tienes. Una vez que dejé de intentarlo, me sentí más relajada y sentí que podía disfrutar de mi bebé.»
En PANDA entendemos que cada mamá es diferente. Igual que todos los bebés. Para algunas mujeres, la lactancia materna puede ser una actividad hermosa, enriquecedora y de conexión. Para otros, puede desencadenar una serie de sentimientos y emociones negativos. Lo más importante es que elija la opción de alimentación adecuada para usted y su bebé. Y si algún aspecto de la lactancia materna está afectando negativamente su bienestar emocional y mental, especialmente si afecta su vida diaria durante más de dos semanas, entonces es hora de buscar apoyo.
Los medicamentos y la lactancia materna
El tratamiento de la ansiedad o depresión posnatal puede requerir algún tipo de medicamento. Si el medicamento que está tomando afectará su capacidad para amamantar a su bebé dependerá del tipo y la combinación de medicamento, por lo que siempre busque el asesoramiento de un profesional de la salud de confianza.
Algunos medicamentos se consideran seguros para la lactancia materna. Otras no lo son: pueden requerir que deje de amamantar a su pequeño. Para algunas mujeres, la incapacidad de amamantar a su bebé puede causarles sentimientos significativos de pérdida y dolor. Si es usted, es posible que hablar con un consejero, un familiar o un amigo le ayude a procesar su pérdida.
Información y apoyo en la lactancia materna
Si tiene dificultades con la lactancia materna, puede hablar con su profesional de la salud maternoinfantil o con un asesor de lactancia. También hay apoyo disponible a través de la Asociación Australiana de Lactancia Materna.