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Nombra Tu Dolor: Explorando Los Cuatro Tipos De Dolor

¿Sabías que hay diferentes tipos de dolor? Además, ¿sabías que el cuerpo los procesa de diferentes maneras? Por lo tanto, es importante definir correctamente qué tipo de dolor está experimentando. Al identificar el tipo de dolor, le permite a su médico seleccionar de manera más efectiva el tipo de tratamiento y ponerlo en el camino hacia el manejo y/o la superación de su dolor más rápido. Hay cuatro tipos de dolor que pueden estar presentes individualmente, o pueden estar presentes al mismo tiempo, lo que puede causar un patrón de dolor mixto. Con varios tipos de dolor, hay varias opciones de tratamiento únicas para adaptarse a las complejidades de cada tipo.

LOS CUATRO TIPOS PRINCIPALES DE DOLOR:
  1. Dolor nociceptivo: Típicamente el resultado de una lesión tisular. Los tipos comunes de dolor nociceptivo son el dolor de artritis, el dolor de espalda mecánico o el dolor postquirúrgico.
  2. Dolor inflamatorio: Inflamación anormal causada por una respuesta inadecuada del sistema inmunitario del cuerpo. Las afecciones de esta categoría incluyen gota y artritis reumatoide.
  3. Dolor neuropático: Dolor causado por irritación nerviosa. Esto incluye afecciones como neuropatía, dolor radicular y neuralgia del trigémino.
  4. Dolor funcional: Dolor sin origen obvio, pero que puede causar dolor. Ejemplos de tales afecciones son la fibromialgia y el síndrome del intestino irritable.

Ahora que está familiarizado con las cuatro categorías de dolor, aquí hay algunas formas útiles de describir su dolor a su equipo médico. Esta comunicación los ayudará en su diagnóstico y tratamiento de su afección. Dado que hay una variedad de opciones de tratamiento únicas para abordar tipos específicos de dolor, es importante enfocarse en el tipo de dolor que está experimentando. Asegúrese de trabajar junto con su equipo médico utilizando los siguientes criterios.

ASEGÚRESE DE CUBRIR ESTAS CATEGORÍAS AL DESCRIBIR SU DOLOR:
  • Provocación y paliación: ¿Qué estaba haciendo al inicio? ¿Qué lo provoca, qué lo alivia?
  • Calidad/Cantidad: ¿Cómo se siente el dolor y con qué frecuencia? ¿Es afilado, sordo, punzante, aplastante, palpitante, nauseabundo?
  • Región/Radiación: ¿Dónde se localiza el dolor? Para ser específico, señale la ubicación del dolor o dibuje en el diagrama. ¿Irradia en alguna parte? Si es así, ¿dónde y a qué lado? ¿Es igual si ambas partes están involucradas? Cuanto más específico puedas ser, mejor.
  • Escala de gravedad: ¿Cuánto duele en una escala del 1 al 10?
  • Tiempo: ¿Cambia la gravedad o el carácter del dolor según la hora del día, la actividad, el clima, la época del año o la posición?

El dolor agudo, si no se aborda adecuadamente, puede convertirse en dolor crónico a través de un proceso llamado sensibilización. La sensibilización es el resultado de la exposición repetida a un estímulo que da lugar a una mayor respuesta a ese estímulo. El dolor crónico, o dolor que dura más de doce semanas, puede ser persistente y se vuelve más difícil de tratar. La mayoría del dolor se puede tratar con éxito mediante un enfoque multimodal o combinado basado en el tipo o tipos de dolor involucrados. Así que ya sea que su dolor sea agudo o crónico, programe una consulta con nuestro equipo aquí en Virginia Spine Institute. ¡Pondremos un nombre a tu dolor y te pondremos de nuevo en el camino de la recuperación!

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