Petróleos Mexicanos, con el nombre de Pemex, empresa mexicana de propiedad estatal, productora, refinadora y distribuidora de petróleo crudo, gas natural y productos derivados del petróleo. Es una de las compañías petroleras más grandes del mundo. También es una fuente importante de ingresos para el gobierno federal de México, contribuyendo hasta un tercio del presupuesto nacional. Su sede se encuentra en la Ciudad de México.
La producción comercial de petróleo crudo en México comenzó en 1901 en Ebano, cerca de Tampico, y durante el primer cuarto del siglo XX México produjo casi una cuarta parte del petróleo del mundo anualmente. Prácticamente toda la producción estaba en manos de compañías estadounidenses y británicas. Sin embargo, durante la década de 1930, el desarrollo de enormes campos de petróleo en Texas y el Medio Oriente, combinado con el rápido agotamiento de algunos de los reservorios de petróleo de México, disminuyó la participación de México en la producción mundial. Después de décadas de tensión entre una serie de gobiernos mexicanos y las compañías petroleras, el presidente Lázaro Cárdenas expropió todos los intereses petroleros extranjeros el 18 de marzo de 1938 y estableció a Pemex para administrar la industria consolidada. La política debía guiarse por una rigurosa aplicación de la Constitución federal de 1917, que declaraba que todos los recursos minerales debajo de la superficie del suelo de México pertenecían al pueblo mexicano.
Tras su formación, Pemex llevó a cabo un vigoroso programa de exploración, hundiendo cientos de pozos de exploración y desarrollo por año. En la década de 1970, Pemex comenzó la explotación de enormes reservas de petróleo recién descubiertas en los estados de Tabasco y Chiapas y en alta mar en la Bahía de Campeche, en el Golfo de México. La ambiciosa expansión del gobierno de las capacidades de extracción y procesamiento de Pemex llevó a triplicar la producción de crudo de México en los años 1976 a 1982. México se hizo autosuficiente en petróleo crudo, y Pemex se convirtió en un importante exportador mundial de combustibles fósiles. Sin embargo, a principios del siglo 21, los grandes campos petroleros de Campeche entraron en un declive vertiginoso, y Pemex, con gran parte de sus ingresos desviados al presupuesto federal, carecía de los fondos para invertir en la exploración exitosa de nuevas reservas. También carecía de los conocimientos técnicos para perforar en aguas profundas, lejos de la costa, en el Golfo de México, donde los estudios geológicos indicaban que había grandes reservas, y la constitución le impedía otorgar derechos de producción a empresas extranjeras que tuvieran los medios para hacerlo. De 2004 a 2010, la producción de petróleo crudo se redujo en casi un tercio, de unos 3.5 millones de barriles por día a aproximadamente 2.5 millones de barriles por día. La disminución de la producción se tradujo en una disminución de los ingresos de Pemex, que a su vez se tradujo en una disminución de los ingresos de los programas gubernamentales.
En 2008, el Congreso mexicano aprobó una serie de reformas energéticas que incluían disposiciones para permitir a Pemex contratar trabajo a empresas extranjeras y privadas a cambio de una tarifa. Otras reformas intentaron despolitizar la supervisión estatal de Pemex al exigir una contabilidad más transparente y el nombramiento de profesionales del petróleo en diversos comités de gobierno. Estas reformas fueron muy controvertidas, ya que parecían amenazar la propiedad pública de los recursos petroleros de México. Por otro lado, fueron lo suficientemente modestos como para crear dudas de que a las empresas extranjeras les valdría la pena firmar contratos con Pemex.
Pemex sigue siendo la única compañía petrolera legal de México, a la que se le ha otorgado el monopolio de toda la exploración, producción, refinación, transporte, almacenamiento y distribución de petróleo y gas. Debido a su modesta capacidad de refinación, la mayoría de los productos refinados de México se importan de refinerías estadounidenses y de otras refinerías que procesan petróleo mexicano. Pemex también produce materias primas petroquímicas básicas a partir de su petróleo y gas.