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Discusión

Las proliferaciones reactivas no neoplásicas que surgen dentro de la vejiga han sido bien documentadas y descritas en la literatura. La terminología para tales lesiones ha incluido tumor miofibroblástico atípico, tumor fibromixoide atípico, tumor fibromixoide pseudosarcomatoso, granuloma de células plasmáticas, fascismos nodulares de la vejiga y seudotumor inflamatorio.3 Si bien algunos autores pueden objetar el término, el pseudotumor inflamatorio se usa con mayor frecuencia para describir esta entidad. Aunque se cree que las lesiones son benignas, la importancia de no diagnosticar mal este proceso como maligno se ha destacado repetidamente en toda la literatura.

Esta lesión puede presentarse a cualquier edad (rango, 2 a 80 años), pero por lo general se presenta en adultos jóvenes (edad promedio, 28 años). Las mujeres parecen tener el doble de probabilidades que los hombres de presentar esta lesión. El tamaño de la lesión es bastante variable y se ha informado que es de hasta 9 cm, pero la mayoría no supera los 6 cm.4 La hematuria macroscópica es el síntoma más común en el momento de la presentación. El examen macroscópico típicamente revela tumores exofíticos, singulares y de base amplia que aparecen endoscópicamente malignos. En el examen microscópico, la apariencia característica es la de células fusiformes ampliamente espaciadas en un estroma vascular, mixoide o edematoso. Algunas lesiones muestran esclerosis extensa y márgenes infiltrantes.4

La resección transuretral o la cistectomía parcial se han descrito como el tratamiento de elección. Hasta la fecha, solo se ha notificado 1 caso de enfermedad recurrente después de la resección transuretral, pero se pensó que fue causada por la extirpación incompleta de la lesión transmural.5 Se procedió a la resección transuretral en el paciente de nuestro estudio. La naturaleza benigna de la lesión después de la resección completa se demuestra por la falta de recidiva o evidencia de metástasis 4 años después del manejo quirúrgico definitivo. Por lo tanto, parece que el tratamiento óptimo es la escisión local completa, que se puede lograr con una morbilidad mínima.

Estas lesiones pueden considerarse como una proliferación reparadora anormal de células fusiformes fibroblásticas o miofibroblásticas y tejido de granulación. Como tales, crecen lentamente, no hacen metástasis y no se ha descrito que experimenten una transformación maligna.6 El manejo debe incluir endoscopia de vigilancia y biopsia para documentar la resolución.7

En conclusión, consideramos que las manifestaciones clínicas y la apariencia radiográfica del seudotumor fibroso de la vejiga son inespecíficas. Las características patológicas clínicas, macroscópicas y microscópicas combinadas deben evaluarse completa y cuidadosamente para diferenciar esta lesión de un proceso maligno. El examen patológico sigue siendo el estándar de oro para lograr un diagnóstico definitivo. Estudios especiales, como el examen inmunohistoquímico y microscópico electrónico, pueden ser útiles para determinar la naturaleza de la lesión.8 Estas lesiones responden bien al tratamiento conservador, tienen hallazgos morfológicos e intraestructurales distintivos y no muestran potencial metastásico. Los pacientes tienen un pronóstico excelente después de la escisión local completa. Debido a que los seudotumores fibrosos de la vejiga son histológicamente similares a ciertos tumores malignos, es necesario un seguimiento estrecho al considerar el manejo general de los pacientes con estos seudotumores.

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