Investigación
En la mayoría de los casos, el examen clínico junto con la historia clínica debe ser adecuado para hacer el diagnóstico adecuado. Se debe tomar un historial detallado, incluido el estado dental del paciente, las prácticas de higiene bucal y la ocupación.2 Es importante preguntar a los pacientes sobre enfermedades médicas, como anemia y enfermedades que causan inmunodeficiencia; tabaquismo; uso de tabaco de mascar; consumo de alcohol; trastornos cutáneos (dermatitis atópica, psoriasis, liquen plano); trastornos alérgicos (asma, eccema); y el uso de cualquier medicamento.1,3 En general, se cree que aquellos que usan prótesis orales (dentaduras postizas y aparatos) tienen más probabilidades de tener especies de Candida colonizadas en su flora oral.3 Por otro lado, los que usan frecuentemente máscaras faciales son más propensos a la colonización por S aureus.2
Aunque la mayoría de los casos se identifican fácilmente, algunas lesiones pueden imitar otras afecciones comunes. Por ejemplo, afecciones como el herpes labial y el liquen plano erosivo pueden parecerse a la queilitis angular porque ambas pueden afectar los ángulos de la boca. Esto hace que sea vital tomar una historia detallada de las lesiones, incluida la duración, la periodicidad, el tratamiento previo y la recurrencia, si la hubiera. Tras el examen clínico, es necesario buscar signos de costras, vesículas, grietas, atrofia, supuración y ulceración. También es importante realizar un examen intraoral para detectar cualquier trastorno de los dientes o dentaduras postizas, encía y mucosa oral.1 Después de la inspección clínica y de determinar la extensión de la enfermedad, los pacientes se pueden clasificar en 3 grandes categorías: leves (tipo 1), moderados (tipo 2) y graves (tipo 3).1
La investigación microbiológica mediante frotis de ambos ángulos de la boca y las narinas anteriores puede ser útil. Se ha reportado que, de los pacientes con aureus en sus lesiones labiales, el 70% tendrá el mismo organismo en sus narinas anteriores.3 Para aquellos que usan dentaduras o aparatos dentales, se puede tomar una muestra de enjuague oral. También se pueden tomar muestras de las superficies de las dentaduras postizas o aparatos si se sospecha infección.
Para pacientes que no responden a medidas terapéuticas simples, el siguiente paso apropiado es organizar exámenes hematológicos completos con mediciones de hemoglobina, volumen corpuscular medio, folato, vitamina B2, vitamina B6, vitamina B12, hierro sérico, ferritina, transferrina y glucosa en sangre en ayunas. Las deficiencias nutricionales, especialmente de hierro y vitaminas B, son importantes en el desarrollo de queilitis angular.1