[Principios de antisepsia, desinfección y esterilización]

Este artículo tiene como objetivo proporcionar una breve revisión de los principales conceptos en los que se basa la prevención y el control de la infección. La antisepsia comprende un conjunto de técnicas destinadas a la esterilización total, o a lo sumo, a la desinfección, eliminando los gérmenes que contaminan un entorno. Ambos procedimientos deben ir precedidos de una limpieza ambiental en el lugar en el que pretenden aplicarse. La desinfección se realiza con biocidas o germicidas. Los productos químicos antimicrobianos, que tienen mecanismos de acción y resistencias muy similares a los antibióticos, están generando preocupación debido a la posibilidad de cruzar información genética que agrava el problema de la resistencia bacteriana. La mayoría de los biocidas pueden actuar como antisépticos y aplicarse al tejido de la piel, o desinfectantes sobre materiales inanimados. El espectro de acción de los germicidas depende del propio producto y de factores externos controlables: temperatura, concentración, tiempo de exposición, etc. Las técnicas de esterilización son principalmente físicas, al exponer el material al vapor o al gas esterilizante, utilizando autoclaves. Los principales avances son el uso de bajas temperaturas con tiempos de exposición más cortos, en paralelo con los avances tecnológicos en instrumentación para evitar altas temperaturas y altas rotaciones de uso debido a la carga de trabajo.