¿Alguna vez un problema de enlace fusible le ha enviado a un mecánico—o mejor dicho, alguna vez ha tenido un problema con su automóvil que el garaje le dijo más tarde que se debía a este componente pequeño pero crítico? Es posible que se haya preguntado cuál es la diferencia entre un enlace fusible y un fusible tradicional, o cómo podría evitar problemas con esta parte en el futuro. Afortunadamente, estos enlaces son fáciles de entender y relativamente fáciles de reparar.
La seguridad es lo primero
Lo más probable es que esté familiarizado con cómo funciona un fusible en un automóvil, pero aquí hay un recordatorio rápido. Un fusible sirve como enlace en el sistema eléctrico de su vehículo que se puede romper en ciertas circunstancias para proteger varios componentes y sistemas de daños. Por lo general, un fusible se quema cuando un circuito intenta transmitir demasiada corriente, cortando la conexión antes de que la carga eléctrica pueda tener efectos adversos.
Un enlace fusible actúa como un fusible, solo que está diseñado para manejar un tipo diferente de escenario potencialmente peligroso. Estos eslabones son en realidad hilos de alambre envueltos en una cubierta ignífuga, y son más delgados que los arneses de cables a los que están conectados. Se colocan en línea entre arneses delicados y grandes fuentes de corriente eléctrica en su automóvil, entre la batería y el alternador, por ejemplo. Estos enlaces deben transmitir electricidad de alta corriente, pero también proteger el resto del sistema eléctrico de picos peligrosos que podrían causar un incendio. Si hay una sobrecarga, el enlace se derrite, ya que su resistencia al calor es menor que la de los circuitos que protege. Esto corta la energía mientras protege el compartimiento del motor de una conflagración, gracias a su envoltura ignífuga.
Cómo diagnosticar un problema
Los enlaces fusibles pueden ser frustrantes de diagnosticar y reparar, ya que su daño puede ser imposible de detectar con una simple inspección visual. Además, dado que están diseñados para interactuar con componentes eléctricos de alta corriente, cuando fallan, a menudo conducen a una condición de no arranque.
En un coche antiguo, el primer lugar para buscar estos enlaces es debajo del capó, cerca de la batería o a lo largo del cortafuegos. Debe buscar una longitud de cable que sea aproximadamente dos calibres más pequeña que el arnés al que está conectado. El envoltorio podría sentirse más gomoso al tacto en comparación con otros cables, y también podría tener «enlace fusible» impreso en él cada pocos centímetros más o menos. Una vez que lo localice, puede reemplazar la longitud del cable con un enlace fusible que coincida con el calibre del cable requerido por el diseño original. No trate de ahorrar unos pocos centavos simplemente intercambiando un alambre de calibre delgado, ya que el alambre estándar carece del aislamiento protector de un enlace y podría provocar una condición de cortocircuito si los hilos en el interior se derriten su cubierta. El cambio de un fusible en línea también puede ser tentador, pero un enlace fusible está ahí por una razón, así que confíe en los ingenieros del vehículo.
Aunque a veces es difícil de detectar, los problemas de enlaces fusibles no deberían alejarte de la carretera por mucho tiempo.
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Foto cortesía de Wikimedia Commons.