El síndrome de fatiga crónica (SFC) se conoce como una enfermedad multisistémica y compleja, que induce fatiga y discapacidad a largo plazo en actividades educativas, ocupacionales, sociales o personales. El diagnóstico de esta enfermedad es difícil, debido a la falta de una prueba diagnóstica de laboratorio adecuada y adecuada, además de sus síntomas multifacéticos. Recientemente se han reportado numerosos factores, incluyendo problemas ambientales e inmunológicos, y un amplio espectro de síntomas de SFC. En esta revisión, nos enfocamos en la intervención nutricional en el síndrome de fatiga crónica, discutiendo los muchos aspectos inmunológicos, ambientales y nutricionales que se investigan actualmente sobre esta enfermedad. Los cambios en los niveles de inmunoglobulina, los perfiles de citoquinas y el fenotipo de células B y T, así como la disminución de la citotoxicidad de las células asesinas naturales, son características comúnmente notificadas de desregulación inmunitaria en el síndrome de fatiga crónica. Además, algunas deficiencias de nutrientes (vitamina C, complejo de vitamina B, sodio, magnesio, zinc, ácido fólico, l-carnitina, l-triptófano, ácidos grasos esenciales y coenzima Q10) parecen ser importantes en la gravedad y exacerbación de los síntomas del síndrome de fatiga crónica. Esta revisión destaca un análisis a largo plazo de deficiencias de minerales y vitaminas en pacientes con síndrome de fatiga crónica.
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