Imagen: Retrato del Papa San Pío V | Bartolomeo Passarotti
Santo del Día del 30 de abril
(17 de enero de 1504 – 1 de mayo de 1572)
La historia de San Pío V
el papa cuyo trabajo era implementar el histórico Concilio de Trento. Si pensamos que los papas tuvieron dificultades para implementar el Concilio Vaticano II, Pío V tuvo problemas aún mayores después de Trento cuatro siglos antes.
Durante su papado (1566-1572), Pío V se enfrentó a la casi abrumadora responsabilidad de recuperar una Iglesia destrozada y dispersa. La familia de Dios había sido sacudida por la corrupción, por la Reforma, por la amenaza constante de invasión turca y por las disputas sangrientas de los jóvenes estados-nación. En 1545, un papa anterior convocó el Concilio de Trento en un intento de tratar con todos estos problemas apremiantes. De vez en cuando durante 18 años, los Padres de la Iglesia discutieron, condenaron, afirmaron y decidieron un curso de acción. El Consejo cerró en 1563.
Pío V fue elegido en 1566 y se le encargó la tarea de implementar las reformas radicales solicitadas por el Consejo. Ordenó la fundación de seminarios para la formación adecuada de los sacerdotes. Publicó un nuevo misal, un nuevo breviario, un nuevo catecismo, y estableció la Confraternidad de clases de Doctrina Cristiana para los jóvenes. Pío hizo cumplir celosamente la legislación contra los abusos en la Iglesia. Pacientemente sirvió a los enfermos y a los pobres construyendo hospitales, proveyendo comida para los hambrientos y dando dinero que habitualmente se usaba para los banquetes papales a los pobres conversos romanos. Su decisión de seguir usando su hábito dominicano llevó a la costumbre, hasta el día de hoy, de que el Papa llevara una sotana blanca.
En su esfuerzo por reformar tanto la Iglesia como el Estado, Pío encontró una oposición vehemente de la Reina Isabel de Inglaterra y del Emperador romano Maximiliano II. Los problemas en Francia y en los Países Bajos también obstaculizaron las esperanzas de Pío de una Europa unida contra los turcos. Solo en el último minuto fue capaz de organizar una flota que obtuvo una victoria decisiva en el Golfo de Lepanto, frente a Grecia, el 7 de octubre de 1571.
La incesante búsqueda papal de Pío por una renovación de la Iglesia se basaba en su vida personal como fraile dominico. Pasó largas horas con su Dios en oración, ayunó rigurosamente, se privó de muchos lujos papales habituales y observó fielmente el espíritu de la Regla Dominicana que había profesado.
Reflexión
En sus vidas personales y en sus acciones como papas, San Pío V y San Pablo VI guiaron a la familia de Dios en el proceso de interiorización e implementación del nuevo nacimiento llamado por el Espíritu en los Concilios mayores. Con celo y paciencia, Pío y Pablo siguieron los cambios impulsados por los Padres Conciliares. Al igual que Pío y Pablo, también nosotros estamos llamados a un cambio constante de corazón y de vida.