Depende del tipo de enfermedad y de lo enfermo que esté su hijo.
Muchos médicos sugieren posponer las vacunas si su hijo tiene:
- Fiebre de más de 101 grados Fahrenheit
- Gripe, neumonía u otra infección grave.
Si tiene un resfriado leve, no hay razón médica para retrasar la vacunación. Sin embargo, puede ser quisquillosa o tener más dificultades para tolerar cualquier reacción si no se siente bien.
Tipos de vacunas Puede ser mejor retrasarse cuando está enfermo
El retraso o no también depende del tipo de vacuna que reciba su hijo enfermo.
Si necesita una de las pocas vacunas que contienen un virus vivo y debilitado, como la MMR o la varicela, puede ser mejor esperar. Esto es para que su hijo no tenga que lidiar con los efectos secundarios de rutina de la inyección además de los síntomas de su enfermedad, no porque la vacuna podría ser menos efectiva si su hijo está enfermo.
Los niños que tienen una enfermedad que causa una depresión grave del sistema inmunitario, como el SIDA y el cáncer, no recibirán vacunas vivas.
Los expertos dicen que también es mejor retrasar las vacunas si su hijo ha tomado esteroides. Estos pueden debilitar la respuesta inmunitaria de una persona. Por lo tanto, un niño que ha tomado dosis altas de esteroides orales (para el asma o la hiedra venenosa, por ejemplo) durante más de dos semanas debe esperar al menos un mes antes de recibir una vacuna viva debilitada, como la vacuna triple vírica o la varicela.
Qué hacer si su hijo está enfermo y debe recibir una vacuna
Hable con su médico y averigüe cuál es su política, para que sepa si debe cancelar una cita. Tenga en cuenta que cuanto antes se vacune su hijo, antes estará protegido de la enfermedad que la vacuna previene. El momento es importante. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), los niños con enfermedades moderadas o graves, con o sin fiebre, pueden vacunarse tan pronto como dejen de estar gravemente enfermos.
Los niños que no deben vacunarse
- Los niños con leucemia, linfoma, otros tipos de cáncer, SIDA y los niños cuyos sistemas inmunitarios están gravemente comprometidos, no deben recibir ninguna de las vacunas vivas debilitadas. Estas vacunas no representan una amenaza en circunstancias normales, pero un sistema inmunitario debilitado por una enfermedad grave o suprimido por la quimioterapia puede no ser capaz de combatir la «pequeña infección» que producen estas vacunas.
- Los niños con un recuento bajo de plaquetas u otros problemas de sangrado no deben recibir ninguna vacuna inyectable (inyecciones).)
La población de niños que no pueden vacunarse por razones médicas ofrece otra razón convincente para asegurarse de que las vacunas de su hijo estén actualizadas. El concepto se llama «inmunidad colectiva».»La idea es que si la mayoría de las personas en una comunidad son vacunadas, las enfermedades se vuelven menos comunes, y aquellos que no pueden vacunarse tienen menos probabilidades de estar expuestos.
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