Estar casado con un jugador de baloncesto profesional puede tener sus ventajas, pero el brillo se desvanece con el tiempo. Pregúntale a la nueva estrella de’ Basketball Wives’, Tami Roman. Se divorció del jugador de la NBA Kenny Anderson después de seis años de matrimonio cuando surgieron rumores de su infidelidad. Se escapó, a pesar de que su acuerdo prenupcial la dejó sin un centavo. Se vio obligada a usar cupones de alimentos para cuidar a sus dos hijas, negando recientemente los informes de que terminó con la mitad de sus bienes.
Ahora, en la segunda temporada en el Baloncesto Esposas’, que se estrena Dic. 12 a las 8 PM ET en VH1, finalmente está contando su versión de la historia, admitiendo que su mayor arrepentimiento después del divorcio no fue poner a sus hijos primero.
«Si nos pones a Kenny y a mí en una habitación, sin mediador, no se sabe qué pasaría. No siempre ha sido una situación amistosa. No hemos sido padres adecuados en la forma en que tratamos con los demás, y eso ha tenido un efecto negativo en su relación con mis hijas», le dice Roman a PopEater, y agrega que Anderson no había visto a las niñas en una década.
«Hay muchos niños que están pasando por estos divorcios difíciles, y sus padres se olvidan de ellos, que es lo que Kenny y yo hicimos. Reconocemos que esta temporada y tratamos de reconstruir.»
Pero la terapia familiar es un mero juego de niños en comparación con la intensa lucha de gatos entre Roman y las otras ‘Esposas’ esta temporada. En el tráiler, Roman se muestra retenido por los productores, listo para darle unos puñetazos a Jennifer Williams, por no saber cómo es un sello de comida.
«Soy muy franco y lo digo como es. Algunas personas no pueden lidiar con eso, por lo que surge en las peleas», dice. «A veces no puedo controlarme. Trato de no molestarme, pero cuando lo hago, quienquiera que esté allí sufre las repercusiones de todo lo que he retenido. Exploté.»
A pesar de sus arrebatos, Roman dice que ha crecido enormemente desde sus días en ‘ El Mundo Real: Los Ángeles, ‘la segunda temporada de la serie de telerrealidad de larga duración’, cuando las estrellas de la televisión de realidad eran conejillos de indias en el género. «Quiero que los fans sepan que he crecido y madurado. Antes, los fanáticos vieron a una niña tratando de encontrar su camino», insiste.
Y con su madurez, hay algo de sabiduría que está lista para transmitir sobre las relaciones. «Nunca pierdas de vista a ti mismo, a tu moral o a tu independencia. Por lo tanto, si por alguna razón no funciona, puedes irte, al igual que Eva Longoria. Puedes mantener la cabeza en alto sabiendo que fuiste cien por cien sincero en ese momento. No puedes esperar que la fantasía sea real o dure para siempre», dice.