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Recién era la tercera clase del día, pero Tracy ya había ido al baño seis veces durante la mañana. A veces, casi no tenía tiempo de pedirle permiso a su profesora porque la necesidad de orinar era demasiado intensa. ¿Había bebido demasiado jugo de naranja durante el desayuno? No. Aunque ella realmente sentía ganas de ir al baño, cada vez que lo hacía salía solo una pequeña cantidad de orina. Y cada vez que orinaba, sentía ardor. ¿Qué estaba ocurriendo?
La experiencia de Tracy no es muy extraña. Su problema, una infección del tracto urinario, es uno de los motivos más comunes por los que los adolescentes (en especial las mujeres) visitan al médico.
¿Qué es una infección del tracto urinario?
Las infecciones bacterianas del tracto urinario son el tipo de infección más común en el tracto urinario. La orina, o pis, es el líquido que los riñones filtran del torrente sanguíneo. La orina contiene sales y productos de desecho, pero no suele contener bacterias. Las infecciones del tracto urinario aparecen cuando las bacterias entran en la vejiga o los riñones y se multiplican en la orina.
Hay tres tipos principales de infecciones del tracto urinario. Las bacterias que infectan solo la uretra (el tubo corto que envía la orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo) provocan uretritis.
Las bacterias también pueden provocar una infección de la vejiga, que se denomina cistitis. Otro tipo más grave de infección del tracto urinario es la infección de los riñones, que recibe el nombre de pielonefritis. En este tipo de infección, las personas suelen tener dolor de espalda, fiebre elevada y vómitos.
El tipo más común de infección del tracto urinario, la infección de la vejiga, provoca principalmente molestias. Las infecciones de la vejiga se pueden tratar rápida y fácilmente. Y es importante obtener tratamiento inmediato para evitar que la infección llegue a los riñones y sea más grave.
Las culpables son las bacterias
Las infecciones del tracto urinario suelen ser provocadas por la bacteria E. coli, que normalmente está presente en el tracto digestivo y sobre la piel que rodea la zona vaginal y rectal. Cuando las bacterias entran en la uretra, pueden avanzar hacia la vejiga y provocar una infección.
Las niñas tienen infecciones del tracto urinario con mucha más frecuencia que los varones, principalmente debido a las diferencias en la longitud y la forma de la uretra. Las niñas tienen uretras más cortas que los varones y la abertura se encuentra más cerca del recto y la vagina, donde es posible que se encuentren las bacterias.
Algunas personas parecen tener infecciones frecuentes del tracto urinario, pero, a menudo, tienen otros problemas que las hacen más propensas a las infecciones, como una anomalía en la estructura o el funcionamiento del tracto urinario. El problema funcional más común del tracto urinario recibe el nombre de reflujo vesicoureteral, una afección en la que parte de la orina fluye de regreso desde la vejiga hacia los uréteres e incluso hasta los riñones.
Las bacterias pueden entrar en la uretra de varias maneras. Durante las relaciones sexuales, por ejemplo, las bacterias de la zona vaginal pueden ser empujadas hacia el interior de la uretra y, con el tiempo, terminan en la vejiga, donde la orina crea un ambiente propicio para el crecimiento de las bacterias. Esta es la razón por la cual las mujeres sexualmente activas a menudo sufren infecciones del tracto urinario. Estas infecciones no son contagiosas; por lo tanto, no puedes contagiarte una infección del tracto urinario de otra persona.
Las bacterias también pueden llegar a la vejiga de una niña si se limpia de atrás hacia adelante después de una evacuación intestinal, lo cual puede contaminar la abertura de la uretra. El uso de espermicidas (incluidos los condones tratados con espermicida) y los diafragmas como anticonceptivos también puede aumentar el riesgo de tener una infección del tracto urinario.
Las enfermedades de transmisión sexual pueden provocar síntomas similares a los de una infección del tracto urinario, como dolor al orinar. Esto se debe a la inflamación e irritación de la uretra o la vagina que a veces acompaña a la clamidiasis y otras enfermedades de transmisión sexual. Si no reciben tratamiento, las enfermedades de transmisión sexual pueden provocar problemas a largo plazo, incluida la enfermedad inflamatoria pélvica e infertilidad. A diferencia de las infecciones del tracto urinario, las enfermedades de transmisión sexual son contagiosas.
Síntomas de las infecciones del tracto urinario
Las infecciones del tracto urinario se caracterizan por una serie de síntomas, como los siguientes:
- orinar frecuentemente
- ardor o dolor al orinar
- sensación de necesidad de orinar aun cuando se elimine una cantidad pequeña o nula de orina
- dolor en la parte baja del abdomen
- dolor sobre el hueso púbico (en las mujeres)
- sensación de tener el recto lleno de materia fecal (en los hombres)
- orina sanguinolenta o con mal olor
- fiebre leve
- sensación general de temblor y fatiga
Las infecciones renales pueden presentar síntomas más graves, como los siguientes:
- fiebre elevada
- escalofríos
- náuseas y vómitos
- dolor abdominal
- orina sanguinolenta o turbia
- dolor de espalda, justo por encima de la cintura
Si tienes algún síntoma de una infección del tracto urinario, tendrás que ir inmediatamente al médico. Los síntomas no desaparecerán si los ignoras; solo empeorarán. Cuanto antes comiences el tratamiento, menos molestias tendrás.
Llama a la clínica o al consultorio del médico inmediatamente. Si no puedes comunicarte con tu médico, puedes visitar un centro con atención de urgencias o la sala de emergencias de un hospital. Lo más importante es que actúes lo antes posible.
Cómo combatir las bacterias
Únicamente tu proveedor de atención médica puede tratar las infecciones del tracto urinario. Los primero que hará el médico será confirmar si una persona tiene una infección del tracto urinario tomando una muestra de orina sin contaminar. En el consultorio del médico, te pedirán que te laves la zona genital con toallitas desechables y que orines en un recipiente estéril (sin bacterias).
Si se sospecha que hay una infección al examinar la muestra, el médico probablemente recete antibióticos. Como hay muchos antibióticos diferentes disponibles, tal vez el médico envíe la muestra de orina para realizar un cultivo, que es un análisis que permite identificar el tipo exacto de bacteria que está provocando la infección. Los resultados de los cultivos de orina demoran aproximadamente 48 horas y, según el resultado, el médico podría pedirle al paciente que cambie el antibiótico.
Si bien los antibióticos comienzan a combatir la infección de forma inmediata, no pueden hacer desaparecer todos los síntomas instantáneamente. Si una persona tiene mucho dolor debido a una infección del tracto urinario, es posible que el médico le recomiende un medicamento que la ayude a aliviar los espasmos y el dolor en la vejiga. Esto le dará color anaranjado a la orina, pero es inocuo y, en general, hace que la persona se sienta mejor en cuestión de horas. En el caso de una infección de riñón, el médico puede recetar medicamentos para el dolor.
Para algunas infecciones, solo es necesario tomar antibióticos durante 3 días, pero, en general, las personas con infecciones del tracto urinario deben tomar medicamentos durante 7 a 14 días. Es importante que tomes los antibióticos hasta terminar la receta. Muchas personas dejan de tomar los medicamentos cuando empiezan a sentirse mejor, pero esto impide que los antibióticos destruyan totalmente a las bacterias y aumenta el riesgo de reaparición de la infección.
Si te diagnosticaron una infección del tracto urinario y los síntomas continúan después de que hayas tomado todos los medicamentos o si tus síntomas no mejoran mucho después de 2 o 3 días de tratamiento, comunícate con tu médico.
Es importante que bebas mucha agua durante el tratamiento y después de él porque cada vez que orinas, la vejiga se limpia un poco más. También puede resultar útil el jugo de arándanos. Las personas que tienen infecciones del tracto urinario deben evitar el café y las comidas picantes porque pueden irritar la vejiga. El tabaco también irritar la vejiga y provocar problemas de vejiga a largo plazo.
Quienes reciben la ayuda de un médico inmediatamente para una infección del tracto urinario deberían estar libres de síntomas en una semana. Si la infección renal es más grave, la mayoría de las personas deben volver al consultorio del médico para un control a fin de asegurarse de que la infección haya respondido completamente al medicamento.
En cualquiera de los casos, el médico puede recomendar a las personas con una infección del tracto urinario que eviten las relaciones sexuales durante aproximadamente una semana, lo cual permitirá que la inflamación desaparezca por completo.
Prevención de las infecciones del tracto urinario
Existen varias formas de prevenir las infecciones del tracto urinario. Después de orinar, las mujeres se deben limpiar de adelante hacia atrás con papel higiénico. Después de mover el vientre, asegúrate de limpiarte de adelante hacia atrás para evitar la propagación de las bacterias de la zona del recto a la uretra.
Otra cosa que tanto los muchachos como las muchachas pueden hacer para prevenir las infecciones urinarias es ir al baño con frecuencia. Evita contener la orina durante largos períodos de tiempo.
Además, los hombres y las mujeres deben mantener la zona genital limpia y seca. Las mujeres se deben cambiar los tampones y las toallas higiénicas de forma regular durante su período. Los baños de burbujas frecuentes pueden provocar irritación de la zona vaginal; por lo tanto, las mujeres deben tomar duchas o baños sin burbujas. No uses ropa interior de nilón ni te quedes con la ropa de baño mojada para evitar le exposición prolongada de la zona genital a la humedad. También es conveniente usar ropa interior con la entrepierna de algodón. Y las muchachas deben evitar usar aerosoles o duchas para la higiene femenina; estos productos pueden irritar la uretra.
Si eres sexualmente activa, ve al baño antes de tener relaciones sexuales y dentro de los 15 minutos posteriores a la relación sexual. Después de mantener relaciones sexuales, lava suavemente la zona genital para eliminar cualquier bacteria. Evita las posiciones sexuales que irriten o dañen la uretra o la vejiga. Las parejas que usan lubricación durante las relaciones sexuales deben utilizar un lubricante soluble en agua como K-Y-Jelly.
Por último, beber mucha agua todos los días mantiene a la vejiga activa y libre de bacterias.
Recuerda que, si bien las infecciones del tracto urinario son molestas y a veces dolorosas, son muy comunes y fáciles de tratar. Cuanto antes te comuniques con tu médico, más pronto podrás deshacerte del problema.