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La relación entre el Azúcar y el Comportamiento en Niños | DrGreene.com

La opinión del Dr. Greene sobre el azúcar y el comportamiento

El efecto de la ingesta de azúcar en el comportamiento de los niños es un tema muy debatido en pediatría. Los padres y educadores a menudo sostienen que la ingestión de azúcar y otros carbohidratos puede afectar dramáticamente el comportamiento de los niños, particularmente sus niveles de actividad. Los médicos, por otro lado, han examinado estudios controlados de la ingesta de azúcar y no han encontrado hipoglucemia u otras anormalidades de azúcar en la sangre en los niños que consumen grandes cantidades de azúcar. Entonces, ¿cómo van juntos el azúcar y el comportamiento?

Un artículo interesante aparece en la edición de febrero de 1995 del Journal of Pediatrics. En contraste con otros equipos de investigación, el Dr. William Tamborlane, et al, de la Universidad de Yale, reportan una respuesta más pronunciada a una carga de glucosa en niños que en adultos.

Se reconoce comúnmente que a medida que caen los niveles de glucosa en sangre, hay una liberación compensatoria de adrenalina. Cuando el nivel de glucosa en sangre cae por debajo de lo normal, la situación resultante se denomina hipoglucemia. Los signos y síntomas que acompañan a esto incluyen temblores, sudoración y alteración del pensamiento y el comportamiento.

Tamborlane y sus colegas demostraron que esta liberación de adrenalina ocurre a niveles de glucosa más altos en niños que en adultos. En los niños ocurre a un nivel de azúcar en la sangre que no se consideraría hipoglucémico. El pico de este aumento de adrenalina llega aproximadamente cuatro horas después de comer. Los autores razonan que el problema no es el azúcar per se, sino los azúcares y carbohidratos altamente refinados, que ingresan rápidamente al torrente sanguíneo y producen fluctuaciones más rápidas en los niveles de glucosa en sangre.

Un estudio reciente apoya la idea de que un desayuno con una carga de azúcar más baja puede mejorar la memoria a corto plazo y la capacidad de atención en la escuela (Physiol Behav, 2007; 92: 717-24). Darle a su hijo un desayuno que contenga fibra (avena, trigo rallado, bayas, plátanos, panqueques integrales, etc.).) en lugar de un montón de azúcar refinado, debe mantener los niveles de adrenalina más constantes y hacer que el día escolar sea una experiencia más maravillosa y productiva. Empacar su lonchera con deliciosas golosinas que contienen fibra (panes integrales, duraznos, uvas, una miríada de otras frutas frescas, etc.).) puede convertir las tardes en casa en una delicia.

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